El crimen del delivery en el partido bonaerense de Moreno desató una ola de furia entre los vecinos de la zona que este viernes realizaron una marcha por la creciente inseguridad en las calles, la cual terminó con enfrentamientos entre la policía y los ciudadanos frente a la Municipalidad. En este contexto, desde el Gobierno de Javier Milei cuestionaron al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, por las medidas que adopta frente a la problemática.
Quien se expresó sobre el episodio fue el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quien en sus redes sociales diferenció el accionar del mandatario bonaerense con las de la administración nacional y llamó a reforzar su apoyo al oficialismo en las próximas elecciones.
“Kicillof reprime a los argentinos de bien que sufren la inseguridad, pero deja a los delincuentes sueltos. Este es el garantismo kirchnerista”, señaló el funcionario en sus redes sociales, donde también compartió imágenes de los agentes policiales que esta tarde avanzaron contra los manifestantes que pedían justicia por Lucas Aguilar, un repartidor de 20 años que fue asesinado a puñaladas por defender a un vendedor ambulante en una pelea.
En la misma línea, Cúneo Libarona agregó: “Nosotros hacemos lo contrario: meter presos a los criminales y cuidar a los argentinos. Este año en las urnas hay una sola opción para terminar con este caos”.
El hecho que generó cuestionamientos hacia la gestión de Kicillof ocurrió en horas de la mañana cuando un nutrido grupo de repartidores, algunos compañeros de la víctima, y vecinos se congregaron en la Plaza Mariano Moreno para pedir justicia y acciones contra los robos que se vive en lugar, pese a que el asesinato -al parecer- no tendría relación con un hecho de inseguridad.
Para resguardar el edificio, se formó un cordón de policías del cuerpo de Infantería. Sin embargo, la bronca desatada por el crimen de Lucas fue mayor. Algunos incluso se treparon por la fachada y golpearon los vidrios con sus propias manos.
No solo arrojaron piedras contra el ingreso y las patrullas estacionadas afuera. Los manifestantes también atacaron a los policías y a la sede con neumáticos y conos.
La violencia escaló a un nivel tal que los efectivos después de determinado momento comenzaron a disparar balas de goma. En este contexto, hasta vecinos comenzaron a pelearse entre ellos.