Las elecciones legislativas bonaerenses de este domingo suponen un punto de inflexión en la política nacional. Si bien es una votación provincial, el gobierno deJavier Milei apostó a una nacionalización de la campaña y el Gobernador Axel Kicillofse posicionó como el principal opositor.

En esa disputa, Kicillof arriesga más que Milei, ya que es quien más pone en juego en la Legislatura provincial, más allá de la lectura nacional que se pueda hacer del resultado. La presión recae sobre el oficialismo bonaerense, que además tuvo que sortear una fuerte interna antes de cerrar una lista de unidad. Ahora, días antes de la elección, puertas adentro de la Gobernación se debaten entre la cautela y la intención de mostrarse unidos.

“Están invitados todos los sectores, pero la misma dinámica de la elección hace que sea muy difícil que los intendentes puedan asistir” Otro dirigente con Kicillof hizo hincapié en que quien siempre es una incógnita es Máximo Kirchner, ya que “con (Sergio) Massa se trabajó codo a codo”.

En cuanto a las expectativas, de momento lo que prima es la cautela. “Empezamos con que nos ganaban por 15 y ahora estamos en un empate técnico, según los libertarios”, indicó un referente del peronismo a este medio. También hay quienes agitan el fantasma de la derrota: “Una buena elección sería perder por 2 o 3 puntos”.

La confianza del entorno de Kicillof radica en que consideran que se logró provincializar la campaña “por primera vez”, en defensa del desdoblamiento electoral. Sostienen que se logró concientizar sobre las secciones de la provincia. “Queremos ganar y sería la mejor forma de ponerle un freno a todo lo que está haciendo el gobierno nacional”, remarcaron.

El discurso es similar al que sostienen en Casa Rosada sobre las chances de La Libertad Avanza de ganar la elección. En el entorno del presidente Javier Milei dejan trascender que están 5 puntos abajo. Ninguno quiere mostrarse ganador.

En principio, en las filas del Frente Renovador confirmaron que asistirán a la sede donde Fuerza Patria esperará los resultados en La Plata. Fueron también los que más campaña hicieron con Kicillof, incluso el propio gobernador le agradeció especialmente a Sergio Massa por “el esfuerzo para cerrar la unidad”.

La duda es -una vez más- la presencia del kirchnerismo. “Máximo no se sabe qué va a hacer”, señalaron. Tampoco confirmaron asistencia desde los municipios K. Las distancias en la provincia también complotan para eso.

“Creo que van a estar cada uno en su municipio hasta contar el último voto. La lógica será más municipal”, señalaron desde un distrito gobernado por La Cámpora Incluso uno de los máximos referentes del espacio reconoció que “ni pensaron todavía si van a ir al búnker o no”.

El peronismo tuvo como estrategia territorializar la campaña para debilitar la nacionalización que propuso el Presidente, pero además, confrontar con su modelo por definición conceptual y también como cohesionador interno. La unidad costó mucho y es endeble. Incluso no hay un lineamiento homogéneo, pero todos necesitan ganar la elección. Y el factor que los vincula es la oposición al Gobierno nacional.

Mientras los libertarios apostaron a un gran acto central en Moreno con la presencia del presidente Javier Milei, el peronismo no hizo un gran evento puntual, sino varios menos numerosos. “Entendemos que no hay clima social para un acto de aparato” Por eso no hubo un único acto de cierre.

Este lunes estuvo el Gobernador en San Martín junto al primer candidato en la Primera Sección, Gabriel Katopodis, del que participó también la vicegobernadora y cabeza de lista en la Tercera, Verónica Magario. Se trata de las 2 secciones clave de la elección. Kicillof se mantuvo muy activo hasta el último día, con actividades en un municipio de la Primera, otro de la Tercera y para el final, en la Octava, en La Plata. Días atrás hizo lo propio en Almirante Brown y Florencio Varela.